¡Algo pasa en RetroBarcelona!
A todos nos sienta bien quedar con amigos a los que hace tiempo que no vemos. Uno se pone al día, reparte abrazos, cuenta anécdotas recurrentes de ocasiones anteriores y, por regla general, vuelve a casa contento.
Personalmente, así es como he vivido este estupendo fin de semana, compartiendo un enorme stand con una variada panda compuesta por catalanes, madrileños, castellanoleoneses y algunos gentilicios más; en el que se ha convertido en el mejor evento de estas características al que he tenido el placer de acudir hasta la fecha.
Para su 3ª edición, RetroBarcelona se ha trasladado al Museo Marítimo de la ciudad. Un recinto de menor tamaño que el Museo del Diseño, pero sin las exigencias económicas de este último, que obligaban a compartir el espacio con alguna otra feria o congreso que se celebrase en los mismos días. Sin embargo, también a diferencia del año pasado, había un mayor equilibrio entre puestos de venta y expositores en los que sentarse a jugar. Lo contrario habría propiciado, con total seguridad, las críticas del público por pagar entrada “para entrar a un mercadillo”, como a veces ocurre en estos casos.
Retro Sumus estuvo allí, por supuesto. Abel, Chui y un servidor acudimos a la cita desde nuestras respectivas ciudades y nos adueñamos rápidamente de una de las mesas del stand de la familia Sega Classics, como nos gusta llamarla: Dreamcast.es, SegaSaturno, Traducciones del Tío Víctor, PLAY Games and Cards… y la inigualable colección de placas arcade de nuestro amigo Logan, de Play it loud!. Este año, en un lateral de dicho stand nos ubicamos nosotros, decorando la mesa con unos mini-posters cortesía del mismo Logan y haciéndonos notar con un buen roll-up y camisetas con nuestro logo; mientras que en el lateral opuesto contábamos con el Alice Team presentando también su proyecto recién financiado en Kickstarter.
Aunque en cierto modo habíamos renunciado a la idea de hacer una presentación o charla en la feria para dar a conocer nuestros juegos en desarrollo, en parte por falta de hueco en la programación y en parte por no contar con suficiente material “enseñable”, en el último momento (y cuando decimos último queremos decir la madrugada anterior mientras hacíamos maletas) pudimos montar una brevísima demo jugable de Ameba, que ha funcionado casi 12 horas seguidas en cada jornada en una maltrecha Dreamcast propiedad de Chui. Su veterano netbook, también conocido como miniChui, nos sirvió para mostrar los avances en modelado de escenarios y enemigos de Xenocider. Nos alegra poder decir que ambos proyectos despertaron la curiosidad de los visitantes por tratarse de géneros no sólo muy dispares, sino también radicalmente diferentes a lo que nos tiene acostumbrados la escena indie de la consola.
Algo que nos llamó la atención, aunque tal vez no debería sorprendernos a estas alturas, fue la aparente incomprensión de los asistentes más jóvenes ante lo que se les presentaba como un juego “de leer”. Mientras que la mayoría de adultos (y algo más las adultas, de hecho) se mostraban más curiosos o abiertos al concepto de la visual novel, género antiguo pero todavía poco conocido en occidente, los niños agarraban el mando y pulsaban con impaciencia el botón “más”, esperando que llegasen los disparos, o la pelea, o simplemente “que empezase ya el juego”. ¡Ay, esta industria!
Hubo hueco también para otros títulos independientes, incluso en nuestro mismo stand colectivo: por un lado, PLAY Games and Cards recibió un buen cargamento de ejemplares de Pier Solar, obra de WaterMelon, tanto en su versión Mega Drive como en la recién estrenada de Dreamcast, así como abundantes copias de varios títulos lanzados por Hucast (Ghost Blade sin ir más lejos); por otro, Fruit’y de Retroguru estaba a la venta en formato físico por el simbólico precio de 3 €, destinados a cubrir el coste de fabricación. Nuestro amigo Xavi Vallejo, alias Indiket (de Dreamcast.es y Retroguru), fue el responsable del port de Fruit’y a Dreamcast.
Sobra decir que las copias de Pier Solar volaron, especialmente las de versión PAL. Y es que WaterMelon, perfeccionista en este tipo de detalles, ha llevado la excelencia en el diseño de packaging hasta el límite de replicar por completo las cajas azules que en su día disfrutamos (o sufrimos, dada su famosa fragilidad) en territorio europeo. Este artículo se convirtió en una chuchería demasiado preciada para los coleccionistas que buscan contar en su estantería con un repertorio completo de cajas PAL. Y lo dice alguien que ni se considera coleccionista, ni cuenta con un solo título de esta región en su haber…
Los juegos de Hucast no sólo tuvieron representación en forma de artículos a la venta, sino que el propio René Hellwig (máximo responsable de la casa) nos visitó durante ambas jornadas, compartió con nosotros su entusiasmo por títulos como Pier Solar y nos animó a llevar a buen puerto nuestros proyectos en marcha. Como era de esperar, hubo momentos cómicos provocados por la barrera del idioma entre nuestro español, el francés de Julien (Alice Team) y el alemán de René (Hucast), aliñados con un inglés de diversos acentos.
Por mi parte, tuve por fin la oportunidad de probar Ghost Blade, el último lanzamiento de Hucast para Dreamcast, como decíamos, aunque me las arreglé para no ser inmortalizado al hacerlo. El diseño artístico de este nuevo shooter vertical, la implicación de Chui como programador y la banda sonora de Rafael Dyll fueron los factores que me llevaron a reservar la edición limitada del juego en su momento. ¡Abel y Chui comprobaron su buen funcionamiento en modo cooperativo hasta terminarlo!
En resumen, porque no quiero alargarme más, un fin de semana divertido y provechoso en muchos aspectos, una cita obligada para próximas ediciones y un empujoncito promocional (y moral) para Ameba y Xenocider. Creo que hablo en nombre de todos los integrantes del stand de la familia Sega Classics, de cuyos foros provenimos todos en mayor o menor medida, al decir que ha sido el mejor “retroevento” en el que hemos participado. Desde Retro Sumus, no nos queda sino dar las gracias a nuestros amigos y a la organización (que en muchos casos, son la misma cosa) por el espacio y las facilidades con los que hemos contado. Nos veremos, sin duda, el año que viene. Un fuerte y pixelado abrazo.